INDITEX: La situación geográfica no es importante.

Artículo original de José Antonio Ferreira Dapía, sobre Inditex, publicado el 12 de septiembre de 2024.

¡Ey Tecnófilos!

Hablar de Galicia es evocar paisajes verdes, costas rocosas y una tierra rica en tradiciones culturales. Sin embargo, no es la primera región que viene a la mente cuando se piensa en industria o en innovación a gran escala. En medio de este entorno humilde y mayormente rural, surgió una figura que desafiaría todas las expectativas y llegaría a liderar la mayor empresa de moda del mundo: Inditex, el imperio que Amancio Ortega construyó desde cero, con Zara como su joya de la corona.

Ejemplos que rompen moldes

El caso de Ortega es uno de esos pocos ejemplos que rompen el molde, que evidencian que, más allá de la ubicación geográfica o de los recursos iniciales, la visión, el trabajo duro y la inteligencia empresarial pueden abrir cualquier puerta. A lo largo de los años, ha demostrado cómo una mentalidad de negocio pragmática, centrada en la eficiencia y la innovación, puede superar cualquier barrera, tanto en lo local como en lo global.

La historia de Inditex es notable no solo por la magnitud de la empresa, sino por el enfoque revolucionario que adoptó desde sus comienzos. Mientras que muchas compañías de moda tradicionales dependían de ciclos largos de producción, Ortega introdujo el concepto de «moda rápida», adaptando la cadena de suministro para ser ágil, reactiva y enfocada en el cliente. Este enfoque permitía que Zara, su principal marca, lanzara colecciones a un ritmo mucho más rápido que el de sus competidores, manteniéndose siempre a la vanguardia de las tendencias.

La tecnología en la industria textil

Uno de los grandes aciertos de Ortega fue entender, desde muy temprano, la importancia de la tecnología en la industria textil. Apostó por la automatización y la optimización de procesos, construyendo una red logística capaz de responder en tiempo récord a las demandas del mercado. En cierto sentido, Inditex no es solo una empresa de moda; es también una empresa tecnológica que utiliza datos en tiempo real para prever tendencias y ajustar su oferta de productos. Aquí, es inevitable recordar nuestro mantra: «Lo que no se mide no se controla, y lo que no se controla no se puede optimizar».

A pesar del éxito de su modelo, Ortega mantuvo un perfil bajo, casi sinónimo de la discreción gallega, lo cual añade un componente de fascinación a su historia. Frente a la ostentación que muchas veces acompaña a los magnates empresariales, su enfoque siempre ha sido más silencioso, dedicado a la expansión y consolidación de su imperio desde su cuartel general en Arteixo, un pequeño municipio gallego que, gracias a Inditex, se ha convertido en el centro neurálgico de la moda global.

La cultura del esfuerzo

Inditex sigue superando expectativas, con un crecimiento sostenido incluso en mercados complejos como el chino y europeo. Lo interesante es cómo han mantenido su filosofía de eficiencia y rapidez, a la vez que han abrazado la digitalización, un aspecto clave en el futuro de la empresa. El impacto global de la compañía es innegable, pero siempre con un pie firmemente arraigado en su tierra natal. Galicia, con su humildad y su cultura del esfuerzo, es un pilar esencial en la identidad de Inditex.

Amancio Ortega ha demostrado que el éxito empresarial no tiene que ver solo con grandes capitales iniciales o con estar ubicado en los principales centros financieros del mundo. En su lugar, se trata de aprovechar al máximo los recursos disponibles, tener una visión clara y ser lo suficientemente flexible como para adaptarse a los cambios del mercado. Al final del día, lo que importa es la capacidad de innovar y evolucionar, algo que Ortega y su equipo han demostrado una y otra vez.

Este legado, tanto para Galicia como para el mundo, es un recordatorio poderoso de que la humildad y el trabajo constante pueden llevar a grandes cosas. En un mundo cada vez más interconectado, las barreras geográficas son cada vez menos relevantes. El éxito está al alcance de aquellos que están dispuestos a abrazar el cambio, utilizar la tecnología a su favor y nunca perder de vista la importancia de la eficiencia y el servicio al cliente.

¡Se me tecnologizan!