Equipos industriales en frecuencias prohibidas.
Artículo original de José Antonio Ferreira Dapía, sobre infraestructuras críticas, publicado el 09 de septiembre de 2024.
El peligro que nadie te ha contado.
¡Ey Tecnófilos!
Hoy quiero abordar un tema que debería ser una alerta roja para los responsables de seguridad y equipamiento en grandes instalaciones industriales, especialmente en infraestructuras críticas. Me refiero a la peligrosa práctica de algunas empresas subcontratadas durante paradas técnicas de mantenimiento, que utilizan equipos de radiocomunicaciones alquilados y los programan en frecuencias de uso libre, a pesar de que esto está terminantemente prohibido.
Las infraestructuras críticas, como las centrales eléctricas, plantas de tratamiento de agua, aeropuertos, hospitales, refinerías de petróleo y gas, y centrales nucleares, dependen de sistemas de comunicación robustos y sin interferencias para operar de manera segura y eficiente.
Estos sectores no pueden permitirse el lujo de sufrir interrupciones en sus comunicaciones, ya que esto podría llevar a consecuencias desastrosas, tanto en términos de seguridad como de operatividad.
¿Qué está ocurriendo?
Durante las paradas técnicas de mantenimiento, las empresas subcontratadas a menudo alquilan equipos de radiocomunicaciones a empresas especializadas en la provisión de equipos homologados ATEX (Atmosphères Explosibles). Sin embargo, en lugar de utilizar frecuencias asignadas específicamente para comunicaciones industriales y profesionales, estas empresas configuran los equipos para operar en frecuencias de uso libre.
Estas frecuencias, que están reservadas para aplicaciones de muy baja potencia y corto alcance, como dispositivos de control remoto y juguetes, no están diseñadas para soportar las altas potencias y el tráfico constante de las comunicaciones industriales.
Consecuencias de esta práctica irresponsable
Al programar equipos de radiocomunicaciones móviles privadas (PMR) en frecuencias de uso libre, se superan las potencias radiadas permitidas, a menudo por más de un 200%. Este incremento en la potencia radiada provoca interferencias significativas en los servicios de radio de corto alcance. Dos son las cuestiones más críticas que surgen de esta situación:
1 . Interferencia en Servicios Esenciales: La utilización de frecuencias de uso libre por equipos industriales de alta potencia puede causar interferencias en dispositivos que operan en el mismo espectro, como sistemas de comunicación de emergencia, dispositivos médicos y otros equipos críticos que dependen de comunicaciones ininterrumpidas.
2 . Brecha de Seguridad en Infraestructuras Críticas: Las infraestructuras críticas están diseñadas para operar bajo estrictas normativas de seguridad. La interferencia no solo afecta la eficiencia operativa, sino que también puede crear brechas de seguridad. Imagina un sistema de control de una planta nuclear o una red eléctrica que pierde comunicación debido a interferencias no previstas; las consecuencias podrían ser catastróficas.
Detalle de las Frecuencias y Sistemas Implicados
En el ámbito de las radiocomunicaciones privadas y los sistemas Push-to-Talk (PTT), las frecuencias asignadas para usos industriales son cuidadosamente reguladas. Estas incluyen bandas específicas en los segmentos UHF y VHF, con canales reservados que garantizan una operación libre de interferencias para comunicaciones críticas. En Europa, las frecuencias PMR más utilizadas están en los rangos de 446 MHz (PMR446), 410-430 MHz y 450-470 MHz.
Las frecuencias de uso libre, en contraste, están designadas para dispositivos de muy baja potencia, como los que operan en los rangos de 433 MHz y 868 MHz en Europa. Estos rangos están limitados a potencias de salida extremadamente bajas, generalmente por debajo de 25 mW, para evitar interferencias y asegurar que múltiples dispositivos puedan coexistir sin problemas.
Uso Legal de Sistemas de Radiocomunicación
Para el uso legal de estos sistemas de radiocomunicación, se pueden seguir dos vías:
- Solicitud de Frecuencia: Se puede solicitar a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales una frecuencia de uso mediante la realización del proyecto técnico preceptivo firmado por un facultativo y luego la certificación de la misma.
- Contratación de Frecuencia: Otra opción es contratar la frecuencia a un operador de radiocomunicaciones digitales del servicio móvil terrestre debidamente acreditado y certificado.
Una Llamada a la Acción
Es imperativo que los responsables de seguridad y de equipamiento en infraestructuras críticas tomen medidas decisivas contra esta práctica peligrosa. Las empresas subcontratadas deben ser rigurosamente supervisadas para garantizar que todos los equipos de radiocomunicaciones estén configurados y operen en las frecuencias correctas y autorizadas. Aquí hay algunas acciones recomendadas:
- Auditorías Regulares: Realizar auditorías frecuentes de los equipos de radiocomunicaciones utilizados durante las paradas técnicas de mantenimiento.
- Formación y Concienciación: Proveer formación específica sobre las normativas de uso de frecuencias y las consecuencias de su incumplimiento.
- Penalizaciones: Implementar sanciones severas para las empresas que no cumplan con las normativas establecidas.
- Tecnología de Monitorización: Utilizar tecnologías avanzadas de monitorización de espectro para detectar y mitigar interferencias en tiempo real.
Es importante señalar que la responsabilidad no recae únicamente en la empresa subcontratada. La empresa contratante, como una refinería, central térmica o nuclear, también puede ser responsabilizada y sancionada.
En España, el Gobierno, a través de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, puede exigir responsabilidades y sancionar con multas muy cuantiosas. Estas sanciones pueden llegar a ser de varios cientos de miles de euros, dependiendo de la gravedad de la infracción (DLA Piper Intelligence) (Wikipedia) (DataGuidance).
Conclusión
No podemos permitir que la negligencia o la falta de conocimiento técnico pongan en riesgo la seguridad de nuestras infraestructuras más críticas. La tecnología debe servir para que nunca nadie esté solo, sobre todo cuando más lo necesita.
Es responsabilidad de todos los actores implicados, desde los directivos hasta los operarios en campo, garantizar que nuestras comunicaciones sean seguras, eficientes y libres de interferencias.
¡Se me tecnologizan!