Poderoso recordatorio de la importancia de la tecnología en nuestras vidas y la necesidad de abordar sus desafíos de manera equilibrada y ética.
Creo que la mejor estrategia de los concesionarios para adaptarse a los nuevos tiempos es pasar de ser meras empresas de distribución y mantenimiento, y convertirse en empresas de movilidad.
En esta serie de artículos vamos a analizar las empresas que no supieron adaptarse, a quienes no gestionaron sus negocios correctamente, las casas que de una forma u otra fracasaron y quedaron relegadas a un segundo plano.
Cuando iniciamos esta serie de artículos pretendíamos desterrar todos esos tópicos que existen de Galicia (o mantenerlos, en caso de ser ciertos, basándonos en datos). Ya conocíamos la Galicia bonita, el Galicia calidade o la Galicia riquiña. Ahora conocemos la Galicia en datos.
Las empresas gallegas cuentan con un buen grado de conectividad y seguridad pero quedan todavía muchas herramientas sin impulsar como el Big Data, el internet de las cosas o el uso de la nube para el almacenamiento.
Una vez más, al poner negro sobre blanco las estadísticas nos damos cuenta de que Galicia ostenta un ecosistema empresarial de muchos pocos, donde los pocos muchos son los que contribuyen en mayor proporción al PIB.
Que Galicia ocupe el penúltimo puesto de todas las autonomías en el proceso de transformación digital, medida en cuanto a la implantación del comercio electrónico, es especialmente preocupante.
Los seres humanos somos analógicos, no digitales. Y esta es una cuestión que nunca debemos olvidar aquellos que nos dedicamos a la tecnología; que deberá, en cualquier caso, penetrar las barreras de nuestro entendimiento por nuestros cinco sentidos disponibles, y adaptarse a los parámetros de estos.
El pasado 1 de julio realizamos una nueva entrega de AUCTORITAS, Conexión Expertos, evento online en el que contamos con la participación de Stella Raventós, Presidente de AEDAF, Asociación Española de Asesores Fiscales, donde hablamos de reforma fiscal, empresa y sociedad: ¿sablazo o estabilidad económica?
Unos tienen que fracasar primero para que otros puedan triunfar después. La empresa online Boo.com puso la primera piedra en el sector del comercio electrónico y fracasó. Amazon lo intentó unos años después y salió triunfante.