Desarrollo Empresas
Galicia en datos

Galicia en datos


Cuando iniciamos esta serie de artículos pretendíamos desterrar todos esos tópicos que existen de Galicia (o mantenerlos, en caso de ser ciertos, basándonos en datos). Ya conocíamos la Galicia bonita, el Galicia calidade o la Galicia riquiña. Ahora conocemos la Galicia en datos.

Hemos querido responder a las seis preguntas que lo resuelven todo: quién y qué es Galicia, dónde está y por qué es así Galicia, cuándo y cómo es, fue y será Galicia. Pretendíamos ver a Galicia como una empresa y desarrollar su particular análisis DAFO. Hemos aprendido pues que Galicia es fuerte en pesca, economía y educación, pero débil en materia de digitalización y en su pirámide poblacional. En Galicia se abren oportunidades como un turismo astronómico en alza y la llegada del músculo internacional, tanto en el ámbito empresarial como el turístico, dando las gracias en este último al Camino de Santiago. Y Galicia vislumbra amenazas externas como puede ser el peso internacional de la ciudad próxima de Porto o el abaratamiento y tecnologización de la industria en otras regiones que podría dificultar más nuestra industria ya parcialmente en declive.

Galicia está a la cola en algunos aspectos, es cierto. Pero también estamos a la vanguardia en algunos campos y de eso podemos estar orgullosos. En otros, nos encontramos en la modesta media en la que se está cómodo y lo agradecemos. Si miramos al resto de España, tenemos mucho de lo que presumir y en Europa, un territorio más grande, destacamos dentro de nuestras capacidades. Tal vez un gallego en su propia tierra caiga en el depende como respuesta a qué es lo que más le gusta de su lugar de origen. Sin embargo, si un gallego se encuentra a otro en el pueblo más pequeño de Hungría, en la playa más paradisíaca de Malta o en la montaña más alta de Francia sacará enseguida pecho de las cualidades y calidades de Galicia.

Los datos son datos. Yo leo Galicia en datos y los expongo tal y como son. ¿Nos avalan? ¿nos benefician? ¿nos perjudican? Cada uno que piense de Galicia lo que quiera.



Galicia precisa de un autoanálisis profundo, sin ambages ni encorsetamiento.

Lo cierto es también que deberíamos desterrar de nuestro rol el conformismo ancestral. Un conformismo que consigue el efecto inverso que pretende. Deberíamos conseguir ese punto de arrojo empresarial que hace que las empresas pasen de ser buenas a excelentes, de medianas a grandes o muy grandes, de estabilizadas a innovadoras, es decir, a dejar de ser empresas cordero a ser empresas lobo. No está mal ser cordero, pero estos sirven de alimento a los que están por encima de la cadena trófica.

Siento el aliento y los quejidos de muchos empresarios cada día. El llanto de los problemas sin aparente solución, y el conformismo grabado a fuego en su genética, y simplemente siento pena. Pena de lo que nunca ha sido y podría, y de lo que jamás será.

En mi opinión Galicia precisa de un autoanálisis profundo, sin ambages ni encorsetamiento. Un análisis profundo mas allá de los estereotipos y de las malvadas tradiciones. Precisa de un fuerte y sincero acto de contrición para poder confeccionar el check list de acciones a poner en práctica para resolver lo que nos separa entre lo decente y lo excelente. Pero antes de nada tenemos que creernos que somos capaces de ser y estar en la liga de las estrellas empresariales, el la champion league de las sociedades avanzadas, digitales, sostenibles, igualitarias, autosuficientes, admirables…

Ay, Galicia, cuanto te quiero.