Tu vete regulando la IA que yo…
Artículo original de José Antonio Ferreira Dapía, sobre la IA y su necesidad de ir regulando, publicado el 23 de octubre de 2024.
¡Ey Tecnófilos!
La IA (Inteligencia Artificial) está cambiando el mundo a una velocidad asombrosa, y no es ninguna sorpresa que personalidades influyentes como Carles Sierra , presidente de la Asociación Europea de Inteligencia Artificial, estén poniendo el foco en la necesidad de regular su desarrollo . En una reciente entrevista con La Voz de Galicia , Sierra destaca cómo la IA impactará profundamente en nuestras interacciones con la tecnología y subraya la importancia de una regulación que garantice que estas herramientas se utilicen de manera ética y controlada.
El impacto de la IA en nuestras vidas
Hasta aquí, ¡totalmente de acuerdo! Como él mismo apunta, ya estamos viendo cómo sistemas como Siri o Alexa son solo el comienzo de algo mucho más grande. En pocos años, las máquinas no solo serán capaces de responder preguntas, sino que lo harán calcular en valores sociales , adaptándose a las necesidades de las personas. No obstante, por muy fascinante que suene este futuro, Sierra también advierte sobre los riesgos sociales y democráticos que podrían surgir si no se controla adecuadamente el desarrollo de la IA.
El problema de Europa: ¡Regulamos y regulamos!
Pero aquí es donde las cosas se ponen serias. Europa se ha vuelto experta en algo: regular, regular y regular . Mientras que nosotros estamos redactando leyes, los chinos y los norteamericanos ya nos han adelantado por la derecha. No nos equivoquemos, la regulación es importante, ¡pero no puede ser un freno absoluto al desarrollo! Mientras en el viejo continente seguimos debatiendo sobre la ética y los peligros, otras potencias están sacando ventaja, innovando y consolidando su dominio tecnológico. En ese sentido, Sierra tiene razón al pedir una regulación ponderada, pero creo que es hora de hacer un llamado claro: ¡basta ya de tanta regulación!
Innovar antes de que sea demasiado tarde
No es que aboguemos por un desarrollo sin control, no se trata de lanzar tecnologías sin pensar en las consecuencias. Pero si seguimos frenando cada paso con regulaciones interminables, vamos a encontrarnos con un problema mucho mayor: quedarnos atrás. Y cuando digo atrás, me refiero a un lugar del que va a ser casi imposible salir. Mientras los europeos estamos escribiendo normas, en Silicon Valley están desarrollando IA capaces de realizar operaciones médicas y en China están entrenando sistemas para controlar infraestructuras a nivel nacional. Es un juego de poder , y si no nos ponemos las pilas, estamos condenados a perder.
Necesitamos menos trabajos y más acción
Europa necesita despertar . Sí, la ética es fundamental, pero no podemos ser los únicos que juegan con esa carta. No podemos seguir en esta parálisis regulatoria mientras las demás potencias tecnológicas avanzan sin freno. Necesitamos un enfoque equilibrado que nos permita seguir desarrollando, innovando y experimentando. Debemos crear un ecosistema que fomente tanto el talento como la inversión , y eso solo se logra si las políticas de regulación están acompañadas de incentivos a la investigación y el desarrollo.
La hora de actuar
Si continuamos por este camino, el resultado será terrible: una Europa rezagada , dependiente de tecnologías extranjeras y sin capacidad para competir en uno de los campos más cruciales del futuro. La IA no es una simple moda, es el futuro de la economía, la sociedad y la geopolítica . Los tecnófilos de este continente no podemos permitirnos quedarnos fuera de la carrera.
Así que, Tecnófilos, es hora de levantar la voz . No queremos vivir en un mundo donde la inteligencia artificial sea controlada por unos pocos. Queremos ser parte del cambio , queremos contribuir a esta revolución tecnológica. Pero para eso, necesitamos menos trabajos y más acción . ¡Europa, a desarrollar, a investigar, a crear! O en unos años, nos encontraremos lamentando no haber accionado cuando aún había tiempo.
¡Se me tecnologizan!