En los últimos tiempos hemos visto grandes manifestaciones de trabajadores, políticos, sindicatos, etc. intentando reconducir a empresas que plantean reducciones de actividad y consiguientemente de plantilla…
La tecnología forma parte de nuestras vidas, ahora sí, debemos saber cuándo es necesaria y cuando no lo es tanto. Aunque sí es cierto que, a día de hoy, facilita mucho las cosas.
En la empresa es necesario tecnologizarse para no morir y esta inversión no debe realizarse con el criterio de «cuanto más caro, mejor». Debemos elegir la tecnología que cubra nuestras necesidades sin caer en la tecnolujuria.
Redundaremos los servidores, los canales de comunicación, las líneas de acceso de datos, el software y los responsables del mantenimiento de todos los dispositivos y sistemas. También deberemos redundar la ubicación de la compañía en la medida de lo posible y diversificar los riesgos de sede.
Ha llegado la hora de la transformación digital de los empresarios gallegos. Desde el fontanero, el carpintero, el repartidor, el hortelano y todo el resto de autónomos de Galicia; y también de todas las pymes, desde las más pequeñas hasta las más grandes.
La competitividad es la capacidad de adaptación a las dinámicas sociales y del sector, ahí reside la diferencia que marcará la vida de una empresa: o crea su ventaja competitiva o desaparece. La tecnología actúa como antídoto contra la defunción empresarial.
Vivimos tiempos de cambio que nos obligan a adaptarnos para no quedarnos estacados, sin embargo en pleno siglo XXI aún hay gente perteneciente a ciertas generaciones que vive al margen de las nuevas tecnologías que están en riesgo de quedarse aisladas.
Con más de 2.300 empresas mostrando todo tipo de soluciones tecnológicas, la experiencia de estar en el Mobile World Congress fue increíble y donde la inteligencia artificial tuvo un papel destacado.