La fragmentación política y económica dentro de la Unión Europea nos impide avanzar con la misma celeridad y eficiencia que nuestros competidores globales.
Esta comunidad es una tierra de resiliencia, donde a pesar de los desafíos, hemos mantenido una identidad fuerte y una rica cultura.
La escasez de conductores de camión no solo amenaza la estabilidad de la cadena de suministro, sino que también pone en jaque el equilibrio de nuestra economía
Prometen reformas, mejoras en la calidad de vida, y avances tecnológicos, pero una vez en el poder, cambian de opinión como quien cambia de camisa.
Europa no puede seguir ignorando la necesidad de diversificar sus fuentes de energía y desarrollar una infraestructura que minimice la dependencia de actores externos potencialmente hostiles.
A Coruña demuestra cómo la presencia de una empresa global como Inditex puede transformar la estructura económica de una región, propiciando un entorno donde la tecnología, el comercio y la hostelería coexisten y prosperan.
Diversificar las fuentes de energía, invertir en infraestructura logística, mejorar la eficiencia del transporte y colaborar internacionalmente son pasos esenciales para construir una cadena de suministros más resiliente y menos susceptible a las fluctuaciones del mercado.
Al igual que una canción exitosa que sigue siendo atemporal, una empresa que domina la interacción entre el precio y el servicio puede dejar una huella perdurable en el mundo empresarial.
Es hora de que Galicia se levante y exija su lugar en la modernidad. No podemos permitir que el tiempo siga pasando sin que se produzcan mejoras significativas en nuestras infraestructuras.
Dejémonos de política y dediquémonos a lo que realmente importa: construir un futuro mejor a través de nuestras empresas. Y si los políticos deciden unirse a nosotros en esta noble tarea, serán bienvenidos.
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