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LinkedIn ya no es lo que era

Artículo original de José Antonio Ferreira Dapía, sobre Linkedin, publicado el 18 de diciembre de 2023.


¡Ey Tecnófilos!

Hoy, mientras celebro mis 11 años en LinkedIn, reflexiono sobre cómo esta red social profesional ha evolucionado, o más bien, involucionado. LinkedIn, una vez un bastión del profesionalismo y la red empresarial, parece haber perdido su brillo original. En este artículo, critico constructivamente esta transformación, con la esperanza de que estos puntos sean considerados para un mejoramiento futuro.

Hace 11 años, cuando me uní a LinkedIn, la plataforma era un espacio exclusivo, accesible solo por invitación. Aquellos días, la red era un lugar donde los profesionales se conectaban genuinamente, intercambiaban ideas, y se apoyaban mutuamente en sus carreras. Las publicaciones eran relevantes y enriquecedoras, y la integridad de la información profesional era casi incuestionable.

Sin embargo, en los últimos cinco años, LinkedIn ha sufrido una metamorfosis que ha desdibujado sus contornos profesionales. Hoy, la plataforma se siente menos como un espacio profesional y más como un mercado ruidoso donde prevalece la autopromoción y el spam comercial. La invasión de contenido irrelevante y a veces inapropiado ha oscurecido la calidad que antes caracterizaba a esta red.

Un punto de especial preocupación es la veracidad de la información. Se ha vuelto común encontrar perfiles con currículums exagerados o directamente falsos. Esta falta de autenticidad no solo socava la confianza en la plataforma, sino que también desvaloriza las credenciales genuinas de profesionales honestos.

Otro aspecto frustrante es la naturaleza cada vez más invasiva de las tácticas de venta y marketing en LinkedIn. En lugar de ser un foro para el intercambio de ideas y experiencias profesionales, la plataforma se ha llenado de usuarios que buscan agresivamente oportunidades de venta, a menudo sin el más mínimo respeto por la relevancia o el interés del receptor.

Además, el algoritmo de LinkedIn parece jugar un papel caprichoso en la visibilidad del contenido. Los usuarios que dedican tiempo y esfuerzo a crear publicaciones originales y de valor se encuentran a menudo en desventaja frente a contenidos de menor calidad pero con mejor optimización para el algoritmo. Esto desincentiva la creación de contenido genuino y significativo, socavando el propósito original de la red como un espacio para el enriquecimiento profesional.

Entiendo que LinkedIn no es el único culpable de estos cambios. Parte de la responsabilidad recae en los usuarios y cómo han elegido interactuar en la plataforma. Sin embargo, es crucial que LinkedIn tome medidas para redirigir su curso hacia sus raíces profesionales.

Al final, LinkedIn tiene el potencial de ser nuevamente esa red profesional maravillosa que fue en sus primeros años. Para lograrlo, es esencial reforzar la autenticidad, fomentar contenido de calidad y reajustar el algoritmo para premiar el verdadero valor profesional. Solo así LinkedIn podrá recuperar su posición como la red social profesional por excelencia.


¡Se me tecnologizan!

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