La tecnología forma parte de nuestras vidas, ahora sí, debemos saber cuándo es necesaria y cuando no lo es tanto. Aunque sí es cierto que, a día de hoy, facilita mucho las cosas.
Vivimos en un mundo de gran desarrollo tecnológico. Podemos salvar vidas y mejorar en cuanto a nuestra protección se refiere. Por lo tanto, debemos aprovecharlo y apoyarnos en ello, para así, intentar hacer un mundo mejor.
Vivimos en un mundo que cada vez depende más de la tecnología. Por eso, es el momento de formar digitalmente a las personas desde muy pequeñas, ya que, de eso depende nuestro futuro, y sobre todo el de las generaciones venideras.
La vida es un continuo aprendizaje que jamás deberemos desdeñar, menospreciar y del que ni mucho menos tenemos que huir, en este continuum vital. Debemos ser egoístas en el aprendizaje y generosos a la hora de compartirlo.
Como pasa en casi todos los órdenes de la vida, la tecnología simplemente hay que conocerla para poder aplicarla. Todo ello en conjunto supone el desarrollo de un esquema que comienza con sentarse delante de los procesos de la empresa.
Como pasa en casi todos los órdenes de la vida, la tecnología simplemente hay que conocerla para poder aplicarla. Todo ello en conjunto supone el desarrollo de un esquema que comienza con sentarse delante de los procesos de la empresa.
No vivimos una época de cambio, sino en un cambio de época. Hagamos que este cambio se produzca también en el hecho de que esta sociedad respete a todos sus actores. La tecnología tiene es estar al servicio de la sociedad en todos los aspectos.
En los últimos 25 años hemos asistido, algunos como espectadores y otros como participantes activos, al fulminante desarrollo de la ciencia y de la tecnología. Este fenómeno ha ocurrido tan rápido que nos ha costado a la mayoría Dios y ayuda asumir todo lo que ha llegado y mucho más lo que queda por venir.
Los empresarios no necesitan a nadie para hacer la transformación digital. Son ellos los que deben tener la iniciativa de transformarse a sí mismos y no esperar a que la administración o el político de turno les enmiende la plana.
Las sociedades avanzadas se caracterizan por la capacidad de prevenir y prepararse para las cosas que pueden ocurrir y que en general ocurren. Las administraciones deberían poner todos los medios a su alcance para evitar, entre otros, los delitos de índole sexual.